Un experimento en la Oscuridad: psilocibina y percepción extrasensorial
En El Último Velo siempre nos interesa explorar cómo la combinación de silencio, recogimiento y estados ampliados de conciencia puede abrir nuevas puertas a la percepción humana.
Hace poco realizamos un pequeño experimento en nuestra cabaña de oscuridad, que arrojó resultados tan sorprendentes como inspiradores.
El diseño del experimento
Cuatro participantes se adentraron en la cabaña de oscuridad, un espacio completamente sellado de la luz exterior, donde el cuerpo y la mente se sumergen en una experiencia de profunda introspección.
Bajo un contexto seguro, ceremonial y acompañado, los participantes consumieron psilocibina —un enteógeno natural que, desde hace milenios, ha sido utilizado en rituales de exploración interior.
El propósito no era inducir visiones aleatorias, sino poner a prueba un aspecto muy concreto de la percepción: la capacidad extrasensorial.
Para ello, se utilizó un mazo de cartas con dos únicos colores, amarillo y azul.
Un facilitador, desde el exterior, barajaba y seleccionaba una carta, mientras que cada participante debía intuir cuál de los dos colores estaba siendo mostrado.
Los resultados
Tras varias rondas, y con un registro sistemático de respuestas, los resultados fueron notables: en conjunto, los cuatro participantes lograron una media de un 70% más de aciertos, que en sus intentos previos sin utilizar psilocibina.
Más allá de lo estadístico, los testimonios describieron la experiencia como una “escucha interna” distinta a cualquier otra. Algunos relataron sensaciones físicas en el cuerpo asociadas a cada color, otros hablaron de destellos intuitivos que aparecían como certezas inmediatas, sin pasar por el pensamiento racional.
Reflexiones
¿Estamos ante una confirmación de que la conciencia, cuando se libera de estímulos externos y se expande con ayuda de la psilocibina, puede acceder a dimensiones de percepción extrasensorial?
¿O simplemente estamos frente a un estado de hiper intuición que reorganiza la forma en que interpretamos las señales sutiles del presente?
Más allá de la interpretación, lo que queda claro es que la oscuridad potencia la sutileza de estas experiencias. Sin distracciones visuales ni temporales, los participantes reportaron un contacto profundo con un nivel de percepción que normalmente pasa inadvertido en la vida cotidiana.
Una puerta abierta
Este pequeño ensayo es apenas un primer paso. Invitamos a imaginar futuros experimentos que sigan explorando la frontera entre ciencia interior y estados expandidos de conciencia.
Porque la oscuridad, lejos de ser ausencia, puede ser un umbral luminoso hacia capacidades dormidas en lo más íntimo de nuestra mente.

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